ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Siempre que salgo a la calle, sé que algo me espera. En este mundo en el que vivo, la gente hace lo que quiere, esa es la forma de encontrar supervivencia en las calles. Aunque sea difícil, mantengo la paciencia y marco la diferencia. Observo y aprendo de todo lo que veo, cada persona busca sobrevivir y obtener lo que le corresponde. Sigo mi camino, haciendo lo que considero correcto, conectando con el micrófono para encontrar calma. Evito los errores al trabajar en el rap, siguiendo un camino recto. He aprendido que en este país la gente se conforma, no hay normas porque la autoridad no te respeta. No sé de quién cuidarme cuando camino por la banqueta, ni siquiera confío en la policía. La economía aprieta, la gente malinterpreta y la delincuencia no es discreta.
La calle es mi escuela, la mejor educación que he tenido. Está infectada de traición y odio, pero mi rap es mi aliado. El pavimento sigue siendo mi apoyo, sumando y restando, aprendiendo a sobrevivir en un entorno implacable. Es importante cuidar de uno mismo, amar sinceramente y mantenerse fuerte. Valorar lo que se tiene y respetar la vida. La calle nos enseña lecciones que no todos pueden comprender.
Cuando salgo, siempre estoy atento y dispuesto a intentar lograr lo que deseo. La constancia y el rendimiento son clave en esta vida. La calle no ofrece un camino fácil, pero enseña lecciones importantes. He pagado mis deudas y vivo fiel a mis amigos del barrio, agradeciendo a la escuela calle por haberme visto crecer y haberme ayudado a despegar.
Caminaba solo, invisible, hasta que llegaste tú y cambiaste mi destino. Con mano firme me enseñaste lo invaluable, amiga de innumerables batallas, escuela calle.
