ANÁLISIS | SIGNIFICADO
La canción 'Mirala, Miralo' de Alejandra Guzmán nos sumerge en un mundo de sensualidad y pasión desbordante. A lo largo de la letra, se describen imágenes intensas y provocativas que evocan una especie de combate salvaje al calor del mediodía.
La protagonista es descrita como una diosa vestida de saliva y sal, con ojos muertos en blanco que gimen sobre el suelo del salón. A su vez, el objeto de deseo es un ángel desnudo bañado en sudor, subiendo las montañas de su cuerpo con fervor. Ambos personajes se despliegan en un baile de seducción y deseo, donde parece que cada uno pide más y más.
La intensidad y la vulnerabilidad de la situación se hacen evidentes cuando la canción habla de renacer de las cenizas y naufragar como una medusa bajo la marea. La dualidad entre la belleza sublime y lo peligroso se manifiesta en la descripción de este ser que es más que el firmamento con un millón de estrellas.
La lírica nos lleva a un estado de trance y fascinación, donde la protagonista se debate entre perdonar y ceder ante la tentación o resistirse a la atracción que siente. La canción es una oda a la belleza, lo misterioso y lo prohibido, donde cada verso nos sumerge en un torbellino de emociones encontradas.
En definitiva, 'Mirala, Miralo' es una canción que invita a explorar los límites entre la pasión y la razón, entre la belleza y el peligro, en un mundo donde el deseo y la atracción se entrelazan de manera enigmática y provocativa.
