ANÁLISIS | SIGNIFICADO
La noche es distinta, algo la hace especial, un brillo en su rostro que la embellece. No son la luna ni las estrellas, es ella misma quien se destaca. Su mirada, su sonrisa, iluminan la noche. La música de una guitarra y la algarabía de una fiesta la acompañan, pero se marcha.
El aroma del aguardiente se mezcla con la cerveza en la mesa mientras la observo bailar. Mi amigo me previene, advirtiéndome que no debo ilusionarme con esa mujer que baila, que me enloquece en esta noche de celebración. La que me ignora, que ni siquiera me mira. Ella, que cada viernes se deja llevar por la música.
Mi corazón solo pertenece a aquella que me ha enamorado, que ha robado mi corazón y cuya ausencia se siente en esta reunión. Anhelo volver a verla, abrazarla, tenerla a mi lado y estar perdidamente enamorado de ella.
La melodía continúa, la 'mona' que baila, la que encanta y enloquece, la que pasa de largo sin mirar la hora, la que siempre se va a bailar, se me va de las manos, pero deseo que regrese a mí.
Quiero que vuelva, que sea mía, que permanezca a mi lado, siempre enamorado de esa mujer que baila, que encanta y enloquece en esta noche de diversión. Una historia de anhelo, deseo y espera. Una melodía que nos transporta a un sentimiento de amor, melodía y deseo.