ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En una ciudad donde brillantes estrellas se desvanecen mientras la vida sigue su curso, el peso de la edad comienza a reposar sobre tus hombros al cumplir los 25 años. En medio de esa ambición y deseo de avanzar, ¿dónde más podrías buscar refugio que en un lugar como este? Donde todos coinciden al llegar.
Los cielos azules que acompañan tus días en L.A. brindan un consuelo frente a un parqueo accesible y servicio de valet. En el patio trasero, dos árboles de limón y diez gramos de algo en la despensa crean una escena tranquila. Los ángeles pueden haber volado, pero tú decides quedarte, encontrando consuelo en lo cotidiano.
Caminan por las calles los fantasmas de los noventa, mientras las chicas de Venice muestran sus sonrisas radiantes. La tentación y el vacío se entrelazan en un baile constante, dejando un sabor a hambre en tu paladar insaciable.
Concluyendo en un eco de la misma melodía, en ese lugar donde la vida se teje entre lo mundano y lo sublime. Dos árboles de limón, diez gramos guardados y la promesa de quedarse mientras los ángeles se alejan. No está tan mal en L.A., donde cada día trae consigo una nueva oportunidad de aceptación y redención. L.A. (la la la la la)