ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Somos una mezcla de emociones contenidas, de deseos no realizados y de amor desvanecido. En medio de la rutina y la monotonía, encontramos pequeñas chispas de pasión que intentan revivir nuestras vidas.
En un mundo de distracciones y placeres fugaces, nos aferramos a los momentos compartidos, a las risas compartidas y a los recuerdos que nos unen. Nos negamos a dejar que el tiempo borre lo que una vez fuimos juntos, incluso si significa enfrentar el dolor de un amor que se desvanece lentamente.
En esta balada melancólica, Andra y India Martínez nos invitan a detener el tiempo, a retrasar el inevitable adiós y a aferrarnos a lo que alguna vez nos hizo felices. A pesar de la falta de pasión y la apatía que nos rodea, decidimos aferrarnos a los momentos de complicidad y ternura que aún podemos compartir.
En medio de la incertidumbre y el desgaste de una relación desgastada, elegimos recordar lo bueno, lo hermoso, lo que una vez nos hizo sentir vivos. Atrapados en una danza de emociones encontradas, nos resistimos a dejar ir lo que una vez nos unió, incluso si el destino parece estar en nuestra contra.
Con una sutileza melódica, la canción nos invita a resistirnos al tiempo, a retrasar el vuelo que nos separa y a retener en nuestro recuerdo todo lo que fuimos juntos. Aunque el hielo se derrita y el aire se lleve nuestros suspiros, nos aferramos a la esperanza de que algún día, tal vez, nuestros caminos se crucen de nuevo en un nuevo amanecer.
