ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En esta hermosa canción de Antonio Flores, titulada 'Pongamos que hablo de Madrid', el cantautor nos transporta a la vibrante y fascinante ciudad de Madrid, donde los caminos se cruzan y el mar parece distante. En este lugar, el deseo se eleva en ascensores y cada rincón guarda una historia de vida.
Madrid se muestra como un escenario donde las niñas ya no anhelan ser princesas y los niños persiguen el mar en un vaso de ginebra. Es una ciudad donde los pájaros visitan al psiquiatra, las estrellas deciden ocultarse y la muerte viaja en ambulancias blancas.
El sol brilla como una estufa de butano, la vida parece un metro a punto de partir y hasta una jeringuilla se encuentra en el lavabo. Sin embargo, cuando la muerte llame a la puerta, el deseo es regresar al sur donde uno nació, pues en Madrid parece no quedar espacio para nadie más.
A través de estas cautivadoras letras, Antonio Flores nos invita a explorar la complejidad y la intensidad de la vida en Madrid, con sus contrastes, sus nostalgias y sus realidades crudas. Es una oda a una ciudad que vive y palpita con un ritmo propio, llena de historias que esperan ser contadas y emociones que aguardan ser descubiertas.