ANÁLISIS | SIGNIFICADO
'Crecí en la calle, en los arrabales de la ciudad, donde Madrid me mostró yonquis, bares y pan con calamares. Experimenté sudores, sabores, muerte y olores. El amor se convirtió en marea que vacía los mares. Inmolé a Dios con Nietzsche, colgando un par de arsenales entre mis piernas. Despejé caudales, desafiando morales en los puntos cardinales. Somos inmortales, sin miedo a perder la cabeza. En cada arcada, el tiempo se detiene, recordando un verano que se desvaneció en tu cama. Vivir sin dormir, cien años sin ti, sentenciado a extrañarte. Tomo mi espada, guerrero de sangre y fuego, resistente como el cuero. Vivo en un limbo entre lo muerto y lo vivo, reviviendo por tus ojos en Madrid centro. No pierdo mi esencia, soy una sauna de amor y pecado, intoxicando mi ser. Todo es presa y bestia en mis manos. Nos gustamos, nos consumimos, nos desbordamos. Límites quebrantados, amor en micras y gramos, amor de gitanos. Soy amo y esclavo, hilo conductor en este camino. Firmando tu piel con tinta emocional, vertiendo cada palabra como sangre. Mis alas se vacían, el cielo calla, las butacas quedan solas. Esperando la próxima función, la ansiedad se convierte en adicción. En la oscuridad, no te olvido, mi alma empapada. Cuando todo falla, recurro al diazepam. Pasadme el micrófono, enciende el sonido, porque yo soy inmortal'.