ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En medio de lo que parece un apocalipsis, Daniela Andrade nos invita a recordar que todo tiene un comienzo. Bajo la influencia de la luna sangrienta, se acepta a sí misma y su existencia, como una polilla o mariposa atrayente hacia su destino. Aunque pueda parecer que está condenada, ella no se pierde en el camino, simplemente está encontrando su ritmo.
En el estribillo, nos habla de la necesidad de soltar las expectativas impuestas, deshacerse de las falsedades a su alrededor y renunciar a lo que no puede controlar. Busca equilibrio en su vida y sigue adelante, lista para enfrentar lo que venga a continuación.
Quizás no tenga todas las respuestas, quizás cometa errores, pero lo que sí sabe con certeza es que cada experiencia la transforma y la hace crecer. Reconoce que descubrirse a sí misma lleva tiempo, como los diamantes que tardan en revelar su brillo, pero confía en que eventualmente encontrará su lugar y brillará con intensidad.
La canción transmite un mensaje de autoaceptación, crecimiento personal y la valentía de dejar atrás lo que no nos hace bien para avanzar hacia lo desconocido, con la seguridad de que cada paso nos acerca un poco más a la mejor versión de nosotros mismos.