ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Despertar con el corazón vibrante en la mañana, ver salir el sol reflejado en los ojos de quien amas, sentir que todo es posible cuando el amor está presente. Pero, al marcharse, el sol se eclipsa y cuelgas los ojos en la ventana, viviendo cada instante con nostalgia.
El tiempo se detiene ante tu rostro, el cuento de hadas llega a su fin y todo se desestabiliza, sin saber ni siquiera quién eres. La sensación de que la suerte está echada, el silencio embriagador y el deseo de gritar sin encontrar las palabras adecuadas.
Así, desvelado por un corazón ingrato, perdido en un mundo desconocido, anhelando que todo pueda resolverse en su regazo. Pero al irse, nuevamente el sol se apaga y caes en la tristeza, muriendo lentamente en la melancolía.
Cada instante parece eterno, cada emoción intensa, cada suspiro lleno de dolor. Y en medio de la confusión, la sensación de ser guiado por una fuerza divina, el silencio que todo lo envuelve, el deseo desesperado de expresar lo inexprimible.
Colgando los ojos en la ventana, muriendo poco a poco, en un ciclo interminable de amor y desamor, de sueños rotos y esperanzas perdidas. En esta canción, Elefante captura la esencia de la fragilidad humana, el tumulto de emociones que nos consume de la noche a la mañana.
