ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En esta encantadora canción de Elefante, se describe a una persona especial con una combinación única de cualidades que despiertan sensaciones dulces y emocionantes. Los ojos invitan a descubrir su esencia, con una piel suave como durazno y un corazón cálido como el chocolate. Su alma es como una jugosa manzana que invita a vivir en un paraíso, mientras que un par de melones añaden un toque de singularidad, como un regalo divino.
La nostalgia de la ausencia se mezcla con la esperanza de un retorno, alimentada por un sentimiento imposible de olvidar. La persona amada se presenta como un tesoro escondido, capaz de ser tanto la suavidad de la lluvia nocturna como el calor del sol matutino. Es como el agua de coco en la playa, atractiva y refrescante, pero también como la sal y la pimienta, esenciales y queridas en la vida cotidiana.
La invitación a ser llevado a la luna refleja un deseo de vivir en un estado de plenitud y felicidad, donde cada momento es como un sueño hecho realidad. Se exalta el placer de disfrutar de la vida y de los sueños, con la presencia de la persona amada como principal motor de esa alegría y la puerta de entrada al cielo.
A lo largo de la canción, se repite la pregunta sobre el porqué de la partida y la incertidumbre sobre un posible regreso, dejando en claro que el impacto de esta persona en la vida del cantante es profundo y perdurable. En definitiva, a través de esta melodía, Elefante logra transmitir la pasión y la intensidad de un amor que se enaltece como único y lleno de encanto.
+ Elefante
Biografía de Elefante
Elefante: El Gigante del Pop Rock Latino
Ranking de Elefante
Elefante no está entre los 500 artistas más apoyados y visitados de esta semana, su mejor puesto ha sido el 84º en noviembre de 2022.
¿Apoyar a Elefante?