ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En un andén de la estación, bajo el sol abrasador, ella hablaba con entusiasmo de los rascacielos de Nueva York. Planeaban el futuro, prometiendo enviar postales y sabiendo que aquel día sería el final. Ahora, la vida le ha dado más oportunidades, colores y posibilidades. La suerte le sonríe con un as en la mano, un cristal para mirar y una pared para llenar con fotos de sonrisas en un carnet.
Sus relatos no hablaban de historias pre-escritas, sino de un destino lleno de sorpresas que le han llevado a descubrir que uno más uno pueden ser siete, mostrándole lo fácil que es encontrar la felicidad. Se cuestiona cuántos años le quedan, cuál es el verdadero precio de ser feliz, quién recordará su historia y quién volverá a mirarla.
Recuerda con nostalgia viejas caricias, postales sin firmar y la música de los Burning, entendiendo que algunas cosas no deben guardarse sino ser recordadas con una sonrisa. Añora los días en que soñaban con volar desde los bancos de Madrid, sabiendo que desde allí no podían ver el mar.
Acepta que su tiempo ya pasó y ahora es para los demás, mientras se prepara para otro caótico amanecer con café, tostadas para compartir y la habitación por arreglar. Este cuadro de familia merece una canción, que les recuerde que, a pesar de todo, la vida sigue siendo un lienzo en blanco lleno de oportunidades para ser felices.