ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Vivo en una cárcel sin muros, una prisión llamada ignorancia donde he perdido la inocencia y la infancia, pero he ganado respeto. La vida en la calle es dura, he probado las sustancias y sentido la violencia, el ansia por ganar dinero. Mi alma es como una bandera negra de pirata, he sido carne de cañón, he sentido el calor del cañón pero nunca el calor del cariño en mi piel. Las sirenas anuncian otro barco hundido, y me pregunto, ¿de quién me fío? A veces Lucifer carga el peso, pero no es quien dispara el arma. La droga me calma, pierdo el sentido, estando ciego no siento, y mi conciencia me grita lo que he perdido.
¿Quién tiene la culpa? ¿Quién conoce los límites? Un narco en un barrio es un héroe, y yo solo lo imité. Me refugio en la escritura, el tiempo es mi vigía, una carta más en esta celda fría.
En este lugar estoy muriendo por verte, dibujo en las paredes un corazón con tu nombre y en estas cartas pido desesperadamente que vengas a verme, porque me siento muy solo y el tiempo parece detenerse aquí.
Muero en una vida distinta, en el presidio donde convive el odio y la venganza. Una bala perdida, un pinta, pienso en el suicidio. Espero tu visita, anhelo tus cartas, pero la esperanza se desvanece. Sigo aquí, buscando pelea en el patio, con sangre en los nudillos y el corazón descontrolado. La soledad me consume, y la desesperación crece.
De noche sueño con que vienes a verme, y en ese momento el frío se va y prefiero no despertar. Es un canto de esperanza en un mundo de cemento y hierro. Vuela lejos, compi, sé paciente, en este lugar se puede salir, ¡de aquí se sale! ¡Libertad!
En esta celda continúo muriendo por verte, plasmando en las paredes un corazón con tu nombre y rogando en estas cartas que vengas a visitarme, porque la soledad se vuelve casi insoportable y el tiempo se detiene en este lugar.
