ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En un mundo donde la sociedad dicta cómo vivir, te forzan a compararte con lo que ves en la televisión y tú aceptas esa realidad impuesta. Las voces autoritarias te piden que te escondas detrás de muros, prometiendo algo a cambio de tu obediencia. Te enfrentas a facturas médicas, a gastos legales, a emociones baratas que te hacen sentir vivo. Incluso llegas a amar a alguien lo suficiente como para incluirlo en tu testamento, pero ¿quién salvará tu alma cuando lo esencial se vuelva incierto? ¿Quién será tu salvador después de todas las mentiras que has esparcido, chico? Y si no eres capaz de rescatar tu propia esencia, ¿quién lo hará por ti?
Intentamos engañar a la vida, a la sociedad, a aquellos que buscan alterar nuestra tranquilidad. La policía busca a quien culpar en las avenidas, mientras que se erigen torres en espacios que alguna vez fueron hogar para los desamparados. Rezamos a diversos dioses como si fueran flores, buscando en la religión un consuelo falso. Nos preocupa salvar nuestras almas, temerosos de un castigo divino, hasta que nos olvidamos de empezar a vivir realmente.
Algunos caminan sin rumbo, otros hablan sin cesar, algunos acechan y otros asesinan. Aunque tengas seguridad social, no te alcanza para pagar las cuentas. Hay adicciones que alimentar y bocas que alimentar, así que pactamos con el diablo, como muchos sugieren, diciendo que amamos y entregando nuestro dinero al olvido. Decimos que todo fue maravilloso, cariño, pero que solo fue una de esas cosas pasajeras, esos enredos, esos lazos que debes cortar. Entonces sal a las calles, chicas, y trabaja duro.
Quién salvará tu alma cuando las circunstancias se vuelvan críticas, ¿eh? ¿Quién redimirá tu ser después de todas las mentiras que has esparcido, chico? Y si no eres capaz de rescatar tu propia esencia, ¿quién lo hará por ti?