ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Un hombre nacido en el verano de su 27º año regresa a un lugar que nunca antes había visitado. Dejó atrás el ayer, renaciendo en un sentido. Se sumergió en las montañas, donde la distancia de su vida anterior se desvaneció, siguiendo el camino al compás de una canción. Aunque la cuerda se ha roto, a él no le importa; todo cambia rápidamente y nada perdura mucho.
Las majestuosas montañas de Colorado lo acogen con su espléndido y mágico encanto. Allí, ha presenciado fuegos artificiales en el cielo y sentido la suave sombra de la luz de las estrellas, más reconfortante que una nana. Mientras escalaba montañas catedrales y divisaba nubes plateadas a lo lejos, intentó alguna vez tocar el sol en un arrebato de locura, perdiendo a un amigo pero conservando su recuerdo.
Ahora camina en soledad por los bosques y arroyos, buscando gracia en cada paso que da. Su mirada se ha vuelto introspectiva, tratando de comprender la serenidad de un apacible lago de montaña. Aunque su vida rebosa de maravillas, su corazón aún alberga temores por cosas simples que no puede comprender, como la destrucción de las montañas para dar cabida a más personas, dejando cicatrices en la tierra.
A pesar de todo, la belleza y grandiosidad de las Montañas Rocosas de Colorado lo inspiran. Ha visto llover fuego en el cielo y comprende que sería un hombre más pobre si jamás hubiera contemplado el vuelo de un águila. Así, rodeado de amigos alrededor de la hoguera, se eleva en un éxtasis compartido, en un himno a la elevada experiencia que solo las Montañas Rocosas de Colorado pueden brindar: una experiencia que lo llena de asombro, gratitud y, sobre todo, un profundo sentido de conexión con la naturaleza y el universo.