Transducción

LETRA

Transducción

Echas la vista hacia atrás y ves que ya no te queda nada.
¡Tanto esfuerzo! ¡Tanta lucha! ¡Tantas palabras gastadas!
La condena del soñador es sentirse solo hasta el final,
desgarrarse el alma escribiendo versos que nadie escuchará.
Miras al cielo, implorando un deseo: volver a encontrar esa fe,
volver a mirar a la gente de frente, ser fuerte y dejar de esconderte.
Siempre dejando escapar recuerdos, lejos quedó tu esperanza.
Poniendo en manos del tiempo el olvido, buscas compensar la balanza.
Y aún buscas tu propia luz entre tanta oscuridad.
Te frustra sentir que te estancas, mientras otros logran innovar.
Y dime, ¿quién juró no fallarte cuando te diste cuenta
que, de miles de promesas hechas, solo una acabó por ser cierta?
Aprieta los dientes con fuerza, saca garras para defender
lo poco que te queda, porque hasta eso lo puedes perder.
Poco tienes, poco esperas, nada del todo te queda.
Los sueños renacen en mí para, más tarde, formar tu quimera.

¿Dónde está
la fe que cambia el mundo,
la ilusión que te inundó?
Dime, ¿dónde están
los hechos que respaldan?
Tus palabras no me bastan ya.
Dices: «Todo va a cambiar,
juro que voy a luchar»,
pero todo sigue igual.

Todo sigue igual que ayer.
Si solo intentas parecer no ser,
empieza por cambiarlo.

¿Dejas la suerte al azar? Verás, el truco consiste en moverte,
romperte la piel arriesgando, no aceptar que te compren. ¿Lo entiendes?
«Gobierna la ley del más fuerte». ¡Mienten! Ya no agilizan la mente.
Nombrando en sus temas la calle y tres tacos,
se piensa que pueden pisarme. ¡Y claro!
¿Piensas que te hablo de rap? ¿De pop? ¿De reggae? ¿Funk? ¿O rock?
Mis metas aspiran a más que llegar a ser «one» de una mie*** de «top».
Con dos cojones bien puestos, pero con humildad limitada,
los demás escupen su mie***, mientras mi dignidad sigue intacta.
Si piensas que entrego mi c*** por fama, delatas tu poco criterio.
¿Te extraña notar que soy fiel a principios? ¿O solo será que eres necio?
Puestos a criticar, critica, men. Sabes que a mí no me afecta.
Sé que una mitad va de paso y, ¡vamos!, la otra mitad pa' mí apesta.

Todo sigue igual.
Empieza por cambiarlo…