Piedra

LETRA

Piedra

SANTIAGO INSANE:
Cada vez menos vivas y más víboras,
las palmas bajo dedos,
ciegos vemos el alma,
fauna hostil engendrada en mi insomnio y tebas,
el cardio cansado ha suplicado algo de paz.

Sogas al cuello sueltan nudos en gargantas,
ya queda muy poco ayudaré incendiando lo que falta,
su puñal y mi espalda,
guardo silencio en voz alta,
sospecho del amor, la bondad y la calma.

Dédalo inventó el subtexto, solo sigo el libreto,
guarda tus armas tratas de matar a un muerto,
no sirvo para dar ni hablar de ejemplos,
profanan sus templos, cierro portales y puertos.

No expongo mis yagas, tierna y terca va la maga
dagas en su mirada, me daña más si no me mira,
agujas del reloj sobre mi muñeco vudú,
puta,
no me dirijo a Marte sino a Saturno,
solo me llevo a mí conmigo,
mi doctor Jekill medroso me impreca desangrándose,
graduado el sentir a bajo grados centígrados,
oleos entintados, cargo recuerdos maniatados.

Escalofríos sempiternos, nacidos de la punta de mis dedos,
audacia innata si es que quiero,
precipitaciones son maestras,
si no estoy sobre las nubes me encuentro bajo el suelo.

Suelo no recordar las mejores noches de mi vida,
supernovas en saliva,
solo fui eterno un instante
Cronos el más cruel de los jueces,
la poesía es alcohol sobre la herida gangrenada.

Bélica sonata, augurios de tormentas.
Llevo el vestido negro con los ojos de culebra,
llevo los ojos de culebra con vestido negro.
Solo has mutis las piedras no tropiezan con las piedras.

Tétrica huida Ícaro no regresa.
Un huérfano famélico colgado de mi oreja
una ópera de miedo y un vacío que se cuelga por mi pie.
Caricias agrias, magia en manos del ayer.

No me acostumbro a nada así nada me falta,
por eso espero mucho más de lo que creen de lo que piensan
de lo que no ven,
de que dolor hablarás con la herida,

Si todos son iguales por creerse diferente,
el espejo es el psiquiatra,
no le culpes a la tierra por las grietas que dejaste de regar,
un sorbo de distracción buscando descifrarnos.

Un reloj sin segundero anda muriendo por dentro,
mi espiral agusanado se oxida con el tiempo,
mis latidos son densos,
mientras tanto
el consuelo es hacer del dolor un terciopelo.

El cielo va llorando y los pájaros están huyendo de sus propias alas,
las hojas secas que vagan por el suelo,
pasillos negros,
la enfermedad y el interior consumiéndome,

las venas muertas como el tiempo, diamantes como espejos,
nadie naufraga de noche por estas aguas turbias,
nubes grises que salen de tu alma
se meten por mi cuerpo y danzan con mi ombligo.

Mi gata me susurra las medias lunas,
mi tacto en celo se eriza y acaricia mi figura,
inerte y fugitiva,
ya sé los veintiún cuervos que me visitan.

Las nubes negras entre costillas rotas que me arropan,
amanso Cancerberos en infiernos,
me drogué y al tercer día resucité con más defectos,
el rey tuerto ya no tiene reino.

Santiago:

Solo cargo con el peso de mi sombra,
solo escondes mentiras bajo la alfombra
recaídas pintas frases azules,
es algo enfermizo pero ¿Quién no lo ha sido?
El asesino es encantador hasta lograr su cometido.

Meduza:
La muerte es un no me enjaulas,
te dopas, mueres y todos rien,
los gatos están tristes y una mente a la deriva,
días inquietos y noches insomnes,
sobran estrellas en constelaciones.

Bélica sonata, augurios de tormentas.
Llevo el vestido negro con los ojos de culebra,
llevo los ojos de culebra con vestido negro.
Solo has mutis las piedras no tropiezan con las piedras.

Tétrica huida Ícaro no regresa.
Un huérfano famélico colgado de mi oreja
una ópera de miedo y un vacío que se cuelga por mi pie.
Caricias agrias, magia en manos del ayer.

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