En lo que creo (recital)

LETRA

En lo que creo (recital)

No quiero empezar este vídeo sin transmitirte mi sensación con las palabras. Hay infinidad de ellas, y, aun así, pienso que nunca llego a expresar con ellas lo que quiero. Quizás porque hay cosas que son para ser sentidas y vividas. Y, paradójicamente, aquí estoy, usando el lenguaje que he aprendido para expresarte algo que siento adentro.

Te diré que amo y agradezco el poder disfrutar de todos mis sentidos. Pero, a veces, también los siento como barreras de algo que anida más adentro. Es precioso mirar a alguien a los ojos y ver más allá. O notar en la piel el roce del aire, que momentáneamente recibo como un regalo. Pero sé que hay algo más.

No llevo por bandera ninguna religión ni ninguna creencia, aunque me la hayan querido inculcar. Creo en el amor, en la bondad y en el potencial de una persona. Creo que todos tenemos mucho para dar, pero, a veces, por miedo u otros motivos, no logramos ver esa luz. A lo largo de mi vida, me he cruzado con personas que se han comido mi energía para después desaparecer de una forma dolorosa. Y está bien. No lo entendía entonces, pero no necesito recibir nada cuando lo que he dado ha nacido de mí. Al dar, fui yo quien recibió más. Doy lo que soy, aunque tengo días tercos: días en los que mis inseguridades y miedos me hacen olvidarlo.

Siempre he sentido dentro que vine aquí para aprender. Aunque muchas noches mi insomnio me dice que, a lo mejor, pensar así es un consuelo imaginario, débil y fácil para afrontar situaciones que me vienen grandes. Ahora sigo aprendiendo, pero entiendo que, si estoy aquí, es para vivir. No es que mi vida esté llena siempre de intensas vivencias cada día, y tampoco es fácil mantenerme siempre en un pensamiento positivo. Por eso me he moldeado y, simplemente, me mantengo en un pensamiento abierto.

Muchas veces me he topado con personas que me han juzgado. Esas mismas personas que están cortadas por el mismo patrón, que solo son copias de una copia de otra copia mal hecha. Quieren lo que se supone que tienen que querer, y no porque lo quieran, sino porque así lo ha dictado una sociedad vacía. Por no planificar un futuro, me han dicho que no vivo en la realidad. Y está bien. No vivo en esa realidad, no quiero esa realidad y no me parece real. Lo único que sé con certeza es que ahora estoy aquí, y esa es mi realidad. Pensar en un futuro donde ni siquiera sé si estaré sí me parece una ilusión: confortable, pero, al fin y al cabo, una ilusión.

No hay una forma correcta de vivir ni ningún ejemplo a seguir. Para cada uno, la vida tiene millones de opciones, y ninguna es mejor ni peor. Con que te llenen es suficiente. La creatividad se mezcla con la vida cada día, y lo pasamos por alto. Pero te diré lo que no es vivir: no es vivir malgastar tu tiempo siguiendo los pasos de otros o complaciendo lo que los demás esperan de ti.

No tenemos que tener miedo de que ser como somos pueda decepcionar a otra persona, porque podemos decepcionarnos a nosotros mismos.

Sé como eres; no hay más secreto. Sé como eres y florece. No quieras ser una rosa si naciste para florecer como un lirio. Florece como un lirio de la manera más bella. Pierde mentalmente todo lo que te rodea, todo lo material.

¿Serías el mismo? ¿Qué cambiaría en ti? ¿Cambiaría algo? ¿Crees que lo material puede definirte? ¿Has dejado que te defina? Yo sí, y era una jaula. Pero ahora sé que no necesito tanto, que lo que de verdad importa ya lo tengo, y mi única ambición es disfrutarlo. Le tenía miedo al mar, y entré en él, y no me pasó nada: reí y disfruté, me relajé. También era maniática a la hora de dormir con la puerta abierta, por miedos a saber a qué. Y ahora duermo con la puerta abierta de par en par. Cosas absurdas, pequeños pasos.

Desprenderse del pensamiento que nos limita en estas pequeñas cosas da paso a derribar limitaciones más grandes. Teme, no pasa nada; conócete a través de esos miedos, supérate. Y llora, llora si lo necesitas. La finalidad del agua es fluir y no quedarse estancada. El agua estancada se pudre, y no querrás que eso pase en tu interior.

Y grita, grita con todas tus ganas. Me parece más de locos guardar silencio ante una emoción que necesita salir. Conoce gente, abrázalas, disfruta, comparte tu vida con ellas y déjalas ir cuando sea el momento. Agradece que vuestros caminos se hayan cruzado y deséales lo mejor en sus futuros pasos.

Sé agradecido, valora lo que recibes y cuídalo, siéntelo y vívelo. Cuando se comprenda la importancia de lo que sentimos, empezamos a valorar realmente los sentimientos de los demás y a no dañarlos. Evitas hacer daño a cualquier otra vida porque, por fin, entiendes que tú no eres así, que te duele el dolor ajeno. Aunque el fin no justifica los medios. Porque lo que no quieres para ti, no lo quieres para otros. Y lo que quieres para ti, lo empiezas a dar a otros. Así que esa es mi respuesta.

Creo en el momento presente, en el amor, en nuestro aprendizaje, nuestra evolución y nuestra luz. Creo que hay algo más grande, pero que todos formamos parte de eso. Como si hubiera una bombilla encendida y nosotros fuéramos la electricidad que hace que brille. Venimos aquí, nos recargamos y volvemos a entrar de nuevo en ese circuito para hacer que esa luz brille más fuerte.

Entre la duda de hacer y no hacer, haz y da siempre lo mejor de ti.