Justino Ayon

ANÁLISIS | SIGNIFICADO

En las tierras de Durango vivió Justino Ayon, un hombre humilde de sombrero y huaraches. Conocido por ser buen amigo, buen hermano y excelente hijo, Justino dejó una huella imborrable en su querido rancho de tomates. Su vida estuvo marcada por momentos difíciles, como un secuestro del que logró salir ileso gracias a su valentía y respeto.

Una noche, en un sueño, Justino pidió que le escribieran un corrido y así nació una hermosa canción que hoy se canta en su honor. Entre higueras y arroyos, Justino demostraba su valentía y destreza con su escuadra plateada, nunca huyendo de un desafío.

Con melancolía, se despide de su amado rancho de Tomates, recordando cada rincón y cada historia vivida en lugares como El Limón, El Platanar, El Arado y La Campana. Ahora descansa en paz en las tierras de Culiacán, dejando un legado de coraje y lealtad que perdurará por siempre.