ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Bajo el sol, siento su cálido abrazo en mi cabeza, el aroma del verano se cuela en mi cama. Recuerdo cuando éramos huellas en la arena, robando licor y tejiendo planes. Puedo verte desde lejos, tu rostro siempre presente aunque el tiempo lo desvanezca gradualmente. Soy como un perro buscando razones y caminos de regreso a tus manos, las cuales me hacen temblar y perderme en la emoción. Olvido quién soy, solo dejándome llevar por la ola hasta alcanzar alturas inimaginables, con el sol brillándonos en los ojos.
Alertaron sobre tu tipo de persona, pero al cuidarme, me sorprendiste. Dicen que el amor ciega, y yo estaré cegado de por vida. Puedo vislumbrar tu semblante a lo lejos, cada beso y juego que me hiciste jugar aún grabados en mi memoria. Otra vez, como un can buscando respuestas y rutas de vuelta hacia ti, que me haces estremecer y caer en el olvido de quién soy. Simplemente cabalgamos en esa ola hasta elevarnos por encima de la vida, envueltos por la luz del sol en nuestros ojos.
La melodía se desliza, suave como la brisa marina, entrelazando nuestros destinos en un éxtasis armonioso. Con el sol brillando intensamente en tus ojos, nos dejamos llevar por la corriente hasta que caemos desde las alturas, sin más lágrimas en la noche. Solo la sensación de estar flotando en una nube, suspendidos en el cielo, mientras el día y la noche se funden en un único instante de eternidad. Y así, juntos, navegamos esa ola hasta elevarnos por encima de la vida, con la luz radiante del sol guiándonos en el camino. La música nos envuelve, acariciando nuestro espíritu con su brillo celestial.