ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Encontré en ti el renacer de la percepción, el redescubrimiento de la esencia de las cosas más simples y vitales. Tu sereno misterio me guió por el bosque de tu alegría, donde aprendí a valorar lo esencial: el pan, el hogar, el destino, el camino. Quedaba un mundo por explorar, desde cuidar la huerta hasta dialogar con los perros, desde caminar por las orillas del otoño hasta deshacernos del lastre de la existencia.
Contigo, aprendí a prescindir de lo superfluo, a apreciar la belleza en los pequeños detalles, como el brillo de tus ojos y el tiempo que se desliza plácidamente. Tu gesto certero me enseñó a sumar lo lógico y lo incierto, a tolerar la presencia necesaria de las arañas y a soportar solo lo soportable.
Descubrí contigo la valentía de enfrentar el tedio, de desmalezar el prado de malas hierbas, de unir perros con gatos y soles con estrellas. Juntos, borrábamos las señales de vuelo para que los pájaros reinasen en el cielo.
Quedaba tanto por hacer, pero cada lección aprendida contigo me acercaba un poco más a la plenitud, a la armonía con el universo y a la aceptación de la vida tal como es. Cada verso de tu canción resonaba en mi alma, recordándome que, aunque mucho quedara por hacer, el amor y la sabiduría que compartíamos eran la brújula que guiaba nuestros pasos hacia la felicidad.