ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En medio de una habitación vacía, donde la guerra parece obsoleta y la negación pesa sobre nosotros, nos encontramos atrapados en un ciclo de comunicación hueca y cambios superficiales, como marionetas en manos de enemigos invisibles. La invasión se vuelve seductoramente atractiva, y brindamos a los militares en un vaso vacío, alimentando caras y alimentando máquinas sin poder vencer la negación que nos consume.
Nos vemos envueltos en una espiral de atracción pasiva y reacciones programadas, mientras la acción de distracción nos bombardea con información saturada y consumimos ansiosamente cada detalle sin cuestionar. En medio de todo esto, nos preguntamos a dónde se escapa el tiempo, mientras despertamos lentamente hacia un mundo donde los días se vuelven horizontales y nuestra consciencia flota por encima de los cuerpos vistos desde arriba.
En este torbellino de distracciones y modas efímeras, nos encontramos solos en una habitación vacía, testigos impotentes de una guerra obsoleta, luchando contra la negación que amenaza con consumirnos. En este caos de información y superficialidad, seguimos patrones y nos dejamos llevar por una vorágine de estímulos, sin detenernos a pensar en las consecuencias de nuestras acciones.
