ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En esa fecha tan peculiar y enredada, me encontré sumergida una vez más en esa nube, donde me perdí y experimenté tristeza y soledad. Me sentí pequeña, vulnerable y ansiosa, anhelando la pureza mientras mi mente y espíritu se mostraban delicados. Fue un día confuso pero maravilloso, donde acepté mi vulnerabilidad y la belleza de ser auténtica.
Recostada frente a mis pensamientos, envuelta en dolor y tristeza, me sentí diminuta y temerosa, escalando lentamente hacia la luz en medio de la oscuridad. Reconocí el agotamiento y la dualidad de estar en lo correcto y equivocarse, encontrando belleza en la imperfección de ese día.
En medio de la confusión y la maravilla, comprendí que todos somos iguales aunque cada quien piense de manera diferente, y eso está bien. Sentí mi pequeñez y divinidad, reconociendo la llegada de algo hermoso y perfecto en su imperfección.
Bajo el sol, entre lágrimas y pensamientos, abracé la tristeza, el miedo y la soledad, sintiéndome fuerte aunque insignificante. Reconocí que solo un ser valiente puede atravesar por ello y que está bien sentirse así. Sí, todo estaba en su lugar en aquel día, donde el dolor y la dulzura se entrelazaron en un baile de emociones que simplemente tenían que ser.
