ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Bajo la calma de los árboles, contemplamos el cielo estrellado, donde las estrellas se entrecruzan con los satélites. En medio de ese panorama surrealista, nunca imaginé que estarías a mi lado. Pero aquí estamos, compartiendo este momento juntos. En un canto de agradecimiento, celebramos la vida que corre por nuestras venas.
Si todos se preocuparan y nadie derramara lágrimas, si todos amaran sin mentir, si todos compartieran sin dejar lugar al orgullo, entonces presenciaríamos un mundo en el que la muerte no tendría cabida. Bajo el resplandor de las luciérnagas en el aire, esas pequeñas luces que iluminan nuestro paraíso, nos disponemos a desafiar las expectativas y enseñarles al mundo que puede estar equivocado. Allí, en esa unión bajo las estrellas, comprendemos nuestra propia pequeñez y soñamos con un mundo donde el amor reine supremo, donde nadie tenga que despedirse para siempre.
Imaginemos juntos un mundo donde reine la compasión, donde la sinceridad sea la norma y la humildad guíe nuestras acciones. En esa visión de esperanza, nos damos cuenta de la magnitud de lo que podría ser si todos se unieran en un canto de paz y entendimiento. Entonces, veríamos el día en que la muerte no tendría lugar, un día en el que la vida sería eterna en el abrazo de la solidaridad. ¡Cantemos juntos el Amén de la unidad y la vida!