Ramon Ayala

El rey de la naturaleza

Ramon Ayala

ANÁLISIS | SIGNIFICADO

En la fresca madrugada, el cuajo de una yegua resuena como un eco lejano. Don Antonio cabalga junto a su teniente, un perro tuerto con valentía desbordante. El jinete, marcado por innumerables desafíos, ha dormido bajo el manto estrellado, compañero de los gavilanes. Aunque la elegancia le acompaña, su hogar es la sencillez, siendo un rey de la naturaleza en esencia.

Con sabiduría y serenidad, el viejo comparte sus reflexiones: la vida es un constante ir y venir, y la verdadera pobreza radica en la incapacidad de amar. Reconoce en los animales un regalo divino para nuestro bienestar, recordándonos la importancia de cuidarlos y respetarlos, incluso al consumir su carne.

Cabalgando por senderos gastados, el jinete avanza con determinación, sombrero inclinado en señal de respeto. Su mirada se posa en un árbol seco, pensando en la leña que proporcionará. Aunque el contraste entre su pasado y presente duela, acepta con dignidad su destino.

Con esfuerzo y dedicación, ha labrado su camino, enfrentando adversidades con el temple de un verdadero campesino. El tiempo ha pasado, y ahora se desenvuelve entre fogones, cansado de pastorear rebaños cuando solía ser el líder indiscutible.

Las huellas de su trayectoria están marcadas por tropiezos superados y desafíos vencidos. Ha compartido su vida con gavilanes, manteniendo la elegancia a pesar de la humildad que le rodea. Un hombre de palabra, enriquecido por la experiencia, un auténtico rey de la naturaleza en su plenitud.

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