ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En ocasiones, es preferible despedirse antes de que el desamor se asiente. Recordar lo que fuimos es más reconfortante que convivir como desconocidos. Es doloroso admitir que el calor se desvaneció, sin embargo, no hay culpables, simplemente sucedió.
Es más satisfactorio decir adiós que prolongar el sufrimiento y presenciar la agonía de lo que fue entre nosotros. Aunque todo parezca haber desaparecido, incluso la amistad, al menos podemos guardar un buen recuerdo.
Sabemos que caeremos en el mismo error de intentar revivir un amor pasado, pero será diferente, la pasión no puede despertarse cuando ya se ha dormido. Aceptar que el corazón se nos escapó es el primer paso.
Decir adiós es preferible a seguir sufriendo y presenciar el naufragio de nuestra relación. Aunque todo parezca perdido, al menos podemos conservar un dulce recuerdo. Aunque la nostalgia nos embargue, la verdad es que es mejor separarnos antes de que el dolor se prolongue.
En resumen, es más sabio y benéfico para ambos dejar ir lo que ya no funciona, para así conservar un buen sabor en medio de la despedida.