ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En una noche sagrada y estrellada, brilla intensamente la estrella de Belén, marcando el nacimiento de nuestro querido Salvador. Durante mucho tiempo el mundo yacía en pecado y desesperación, hasta que Él apareció y las almas sintieron su valía. Una emoción de esperanza invade al mundo exhausto, al ver que amanece una nueva y gloriosa mañana. Caen de rodillas, escuchando las voces angélicas en una noche divina, cuando Cristo nació.
Guiados por la luz de la fe que resplandece serenamente, con los corazones radiantes, nos paramos junto a su cuna. Los Reyes Magos del lejano oriente llegan, siguiendo la luz de una estrella que resplandece dulcemente. El Rey de reyes yace humildemente en un pesebre, nacido para ser nuestro amigo en todas nuestras pruebas. Conoce nuestras necesidades, no es ajeno a nuestra debilidad. Contempla a tu Rey, inclínate humildemente ante Él. Verdaderamente nos enseñó a amarnos unos a otros; su ley es amor y su evangelio es paz. Romperá las cadenas, porque el esclavo es nuestro hermano, y en su nombre cesará toda opresión. Cantemos dulces himnos de alegría en un coro agradecido, alabando su santo nombre. ¡Cristo es el Señor, alabemos su nombre por siempre! Su poder y gloria proclamaremos eternamente. Su poder y gloria proclamaremos eternamente.