ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Hace veinte años, ella solía ser como un caballo de hierro, transportando el correo a través del hielo y la nieve. La observaba solitario mientras avanzaba a toda velocidad a través de la noche, noventa toneladas de trueno iluminando el cielo. Era una princesa de la noche, un espectáculo imponente que veía venir desde lejos. A toda velocidad, chispas como relámpagos, el motor trabajando duro, el horno brillando en la noche, el hierro golpeando el metal con el sonido de acero en carrera, todo lo que quiero escuchar, música para mis oídos.
Noventa toneladas de trueno iluminando el cielo, pistones al rojo vivo funcionando, las ruedas destellando mientras el silbido resuena y avanza por las vías. Si alguna vez pudiera, traería de vuelta a la princesa un día. Porque ella era la princesa de la noche, cuya presencia podía sentir en cada línea escrita en la pared. Y así, me subo a dar un paseo por el cielo, recordando con nostalgia a esa imponente figura que reinaba en la oscuridad de la noche.