ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En una tranquila mañana, una extraña idea cruzó mi mente al despertar para dar la bienvenida al amanecer. El sol apenas se asomaba por el jardín, y sentí que estaba en armonía con todo a mi alrededor. En ese instante, anhelé regresar como una flor, para poder esparcir la dulzura del amor con cada pétalo.
El rocío ya había terminado de acariciar a las plantas, y un suave arcoíris impregnaba el aire con fragancias dulces. Envidié la serenidad de la naturaleza, que crecía sin ser afectada por lo externo. ¿Cómo anhelaba ser una flor, para propagar la bondad y el amor con cada esencia que emanara?
El deseo de renacer como flor se repetía una y otra vez en mi mente, anhelando ser parte de la belleza natural y transmitir la dulzura del amor a quienes me rodearan. En cada repetición, la idea de regresar como flor resonaba con fuerza, deseando ser portadora de la esencia más pura y amorosa. Que al final, todo lo que deseara en mi renacimiento fuera esparcir esa dulzura infinita que solo una flor puede ofrecer. ¡Oh, qué maravilloso sería regresar como una flor, y ser la encarnación misma de la dulzura del amor!