ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En la tranquila intimidad de mi cama, mi mente se llena de tu presencia. Resuena la melodía de aquella canción que ambos conocíamos, cada verso cargado de un significado sagrado. Sin embargo, tú estás afuera, inmersa en los sueños corporativos y el flujo del dinero que circula sin cesar.
Observando mis errores, escucho a la banda que sugiere que podríamos ser nosotros dos. Quizás la nieve caiga y dibuje líneas en la página en silencio, pero allí estás tú, entregada al amor eterno en la era nuclear. Dos siluetas junto al cajero automático danzan un tango de amantes solitarios de la clase empresarial.
En mi lecho, sin mucho que decir, escucho al hombre que afirmó que éramos la pareja perfecta. Escuché tu llamado a través de la ciudad, resonando en los altavoces, y me arrastré hacia allí, hipnóticamente bello mientras el dinero seguía su curso.
En mi mente, viendo mis desaciertos, sigo escuchando a la banda. Los tambores retumban en mi cabeza, los pianos resuenan en esta cárcel que llamamos hogar. Y mientras la enfermedad regresa, ¿puedes oírme a través de la lluvia mientras canto en silencio la canción? Por favor, escucha al hombre que dijo que podríamos ser los dos juntos.
Solos pero no solitarios, tú y yo. Solos pero cargados de emociones.