Lullaby de The Cure

Lullaby

The Cure

ANÁLISIS | SIGNIFICADO

En una atmósfera sombría, el Hombre Araña avanza con suave determinación, acechando a su presa en la quietud de la noche. Se desliza sigilosamente más allá de las ventanas de los inocentemente dormidos, buscando a quien tembloroso se encuentra en su lecho. Con maestría, explora el miedo que se cierne en la penumbra que se va acumulando, hasta que, de repente, un movimiento en la esquina de la habitación revela su presencia. Una sensación de terror se apodera al comprender que el Hombre Araña ha decidido que esa noche será su festín.

Con risas que resuenan en calma, se acerca con misterio, deslizándose cada vez más cerca del pie de la cama. Sus movimientos, más suaves que la sombra y más rápidos que las moscas, envuelven por completo a su víctima, con su lengua en los ojos. “Permanece quieto, sereno, callado ahora, mi precioso muchacho. No te resistas de esa manera, o solo te amaré aún más”, susurra el Hombre Araña, anunciando que es demasiado tarde para escapar o encender la luz, pues él ya te tiene destinado a ser su festín esta noche.

Una sensación de ser devorado por innumerables agujeros peludos y temblorosos se apodera de la experiencia, mientras se vislumbra despertar en la fría mañana, sabiendo que el Hombre Araña siempre está hambriento.

Letra de Lullaby
Vídeo de Lullaby