ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Imagina en tu mente un lujoso club de campo, donde la antigua y aburrida riqueza desprecia a los pobres. La comida es insípida: chucrut y ganso hervido. No hay forma de que esta gente se relaje. Pero entonces entro en la habitación, levanto mi boom box bien alto, y lo que sucedió a continuación te sorprenderá...
Todo se salió de control, la música era tan envolvente. Todos salieron a la pista, era un grupo de ancianos blancos bailando.
Ahora imagina, un montón de hombres de negocios, apiñados en la sala de juntas como cerdos en un corral. Las corbatas en sus cuellos son como una soga de verdugo, en medio de la mesa hay un ganso hervido. El olor a ancianos te hace querer vomitar en el fregadero, estos tipos nunca bailarán, eso es lo que piensas. Entro en la habitación, joven y moderno, sostengo mi boom box y digo 'Escuchen esto'
Luego todos empezaron a moverse, la gente se regocijaba en lugar de financiar. Sus prejuicios fueron destrozados por los superancianos blancos bailando.
La Gran Manzana, donde la gente nunca baila, los espíritus bajan mientras las ganancias aumentan. Los policías ven a los traficantes, ¿quién tiene el poder? Los vendedores ambulantes ofrecen su ganso hervido. Tanta diversidad de personas, nunca se llevarán bien, hasta que saco mi boom box y pongo esta canción.
La música lavó todo su odio y la sociedad comenzó a avanzar. Cada demográfico estaba representado, era una Coalición Arcoíris de baile. Todos llevaban guantes sin dedos, vi a un español haciendo el Bartman.
Transportémonos ahora a un hogar de ancianos, donde los ancianos son arrojados sobre sus huesos frágiles. Los cuidadores están robando, no hay excusa. Todos los días para el almuerzo comen ganso hervido. Así que agarro mi boom box y subo el bajo al turbo, y lo que sucedió a continuación fue una total vergüenza.
¡Todos empezaron a tener sexo! La música era demasiado poderosa, un montón de ancianos teniendo sexo como conejos. Fue repugnante, por decir lo menos.
Un boom box puede cambiar el mundo, pero debes conocer tus límites con un boom box. Y esta fue una historia de advertencia, ¡UN BOOM BOX NO ES UN JUGUETE!