ANÁLISIS | SIGNIFICADO

En un vibrante año como el 1979, donde el tiempo parece escaparse a los niños populares, nos encontramos en un mundo vibrante y eléctrico, listos para conocer. Como una luciérnaga saltando como una piedra en un estanque, con la luz del amanecer iluminando nuestro camino, estábamos convencidos de que esta aventura nunca terminaría.

Las preocupaciones se desvanecen y las tristezas se desvanecen, mientras nos sumergimos en la incertidumbre del destino final de nuestros huesos. Somos el reflejo de una generación desencantada, desafiando las expectativas de una sociedad vacía y aburrida. Descendemos por las calles de la ciudad como si flotáramos en un mar de culpa, cemento y esperanza perdida.

Entre luces parpadeantes y pueblos dormidos, viajamos más rápido de lo que imaginábamos, superando el sonido de la esperanza que se desvanece. Justine, ajena a las reglas convencionales, se mezcla con los marginados y los monstruos sin arrepentimientos, mostrándonos una autenticidad que va más allá de las apariencias falsas.

En esta urgente ciudad donde el sonido domina las calles, nos damos cuenta de que estamos solos en este viaje, abrazando la melancolía y la redención en cada esquina. En último término, somos absorbidos por la tierra, dejando atrás nuestras preocupaciones y miedos, mientras el mundo sigue girando sin nosotros.

Letra de 1979
Vídeo de 1979