ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En una hoja en blanco dibujo un sol radiante y con pocas líneas construyo un castillo. Con el lápiz trazo alrededor de mi mano y creo un guante, y al dibujar la lluvia, un par de rayas se convierten en un paraguas.
Si una gota de tinta cae en un trocito azul del papel, enseguida imagino una hermosa gaviota surcando el cielo. Vuela, rodeando la inmensa curva de Norte a Sur, viajo con ella a Hawái, Pekín o Estambul. Pinto un barco blanco navegando con tanto cielo y mar en un abrazo azul.
Entre las nubes aparece un avión rosa y granate. Todo se tiñe de color, con sus luces parpadeantes. Basta con imaginar y despega, tranquilo, sereno. Si queremos, aterrizará.
En una hoja en blanco dibujo un barco zarpando con amigos disfrutando de la vida. De una América a otra puedo viajar en un instante, trazando un círculo con un simple compás y creando el mundo.
Un niño camina hasta llegar a un muro y justo enfrente, esperándonos, está el futuro. Y el futuro es una nave espacial que intentamos pilotar, sin tiempo ni piedad, llega cuando menos lo esperamos y nos invita a reír o llorar.
En este camino no podemos saber qué nos depara el futuro. Nadie sabe dónde termina exactamente. Todos caminamos por una hermosa pasarela, en una acuarela que algún día se desvanecerá.
En una hoja en blanco dibujo un sol amarillo (que se desvanecerá). Y con unas pocas líneas construyo un castillo (que se desvanecerá). Tras trazar un círculo con un simple compás hago el mundo (que se desvanecerá).