ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En una noche en la que la luna brillaba sobre el lago, la camiseta de Slayer encajaba perfectamente en el ambiente. A través de la máscara de ojos emborronada, miré fijamente tus ojos y vi una luz. Me contaste historias sobre tus pequeños carboneros, no les gustaban las pistolas de perdigones o la estúpida arquería. El salvavidas gigante les permitía usar la piscina todo el día de forma gratuita.
Después, la conversación se detuvo y miré hacia abajo a mis pies. Estaba a tu lado y tú estabas justo allí junto a mí. Entonces dije: “Chica, si te estás preguntando si quiero que lo hagas, quiero que lo hagas. Así que da el paso. Porque no tengo toda la noche”.
El resto del verano fue el mejor que jamás tuvimos. Vimos Titanic y no nos entristeció. Te llevé a Best Buy, me llevaste a casa para presentarme a tu mamá y papá. Tu mamá cocinó pastel de carne aunque yo no coma carne. Me gustabas tanto que acepté un poco por el equipo. Tu papá estaba callado, con los ojos fijos en lo que estaba en la televisión.
Entonces, la conversación se detuvo y miré hacia el anillo. Tus padres estaban a tu lado y tú estabas justo allí junto a mí. Entonces dije: “Chica, si te estás preguntando si quiero que lo hagas, quiero que lo hagas. Lo juro. Sin ti, mi corazón está triste. Oh nena, si te estás preguntando si quiero que lo hagas, quiero que lo hagas. Así que da el paso. Porque no tengo toda la noche”.
Puede que nos enfrentemos a mucho dolor en nuestro camino. Puede llegar un día en el que no nos quede nada más que decir. Cuando la conversación se detenga y estemos enfrentando nuestra derrota, estaré a tu lado y tú estarás justo allí junto a mí. Entonces diré: “Chica, si te estás preguntando si quiero que lo hagas, quiero que lo hagas. Lo juro. Sin ti, mi corazón está triste. Oh nena, si te estás preguntando si quiero que lo hagas, quiero que lo hagas. Así que da el paso. Porque no tengo toda la noche”.