ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En esta hermosa canción, Alejandro Fernández nos transporta a la ensoñadora Granada, tierra que inspira su canto y lo convierte en gitano. Con una mezcla de fantasía y melancolía, nos regala una serenata a esta ciudad llena de historia y pasión. Granada, con su aura en tardes de toros y el embrujo de sus mujeres de ojos moros, es evocada como un sueño rebelde y gitano, adornada con flores y aromas que nos hablan de amores antiguos.
El cantante brinda a Granada un ramo de rosas de suave fragancia, como tributo a su belleza eterna y a la virgen morena que la protege. La ciudad se nos presenta como un lugar lleno de encanto, donde las mujeres son tan hermosas como el canto y la luz del sol que la baña.
En cada estrofa, se percibe la pasión y el amor que Alejandro siente por Granada, capturando la esencia de esta tierra mágica llena de historia, arte y vida. Una oda musical a la belleza única de Granada y a las emociones que despierta en el corazón de quien la visita.
