ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En esta vibrante canción, Anthony Romeo Santos junto a Juan Luis Guerra nos sumergen en un mundo de fantasía y amor deslumbrante. Nos hablan de la fascinación que se siente al saber que esa persona especial está destinada para uno.
Juan Luis Guerra nos lleva a un viaje profundo hacia sus fantasías, buscando un arco iris y un jardín en un circo de flores, inundándose de emociones que tiñen sus mejillas de carmesí. Mientras tanto, Romeo Santos nos cuenta cómo ella se convirtió en su musa, iluminándolo con una inspiración tan poderosa como un dibujo de Da Vinci, creando una conexión brutal e increíble.
La canción nos invita a cruzar altos mares sobre un delfín, para que ella nade a nuestro lado hasta el final, en una travesía sin descanso. Nos recuerda la impresionante esplendidez de este amor, comparándolo con las obras de Van Gogh, siendo como una acuarela perfecta.
Nos sumergimos una vez más en las fantasías de Guerra, en un circo de flores y emociones que tiñen su rostro de carmesí. Mientras Santos nos revela cómo ella es su musa, iluminándolo con la intensidad de un cuadro de Da Vinci, inspirándolo con fuerza y pasión.
Escuchando las palabras de los poetas, nos embarcamos en este viaje emocional junto a ellos, atravesando mares altos sobre un delfín para nadar con ella hasta el final, en una travesía sin descanso. En este amor desnudo, ella es la música, los suspiros, la armonía en su canción.
En resumen, esta canción resplandece con la emoción y la belleza de un amor destinado, donde cada verso es como un lienzo que cobra vida, invitándonos a sumergirnos en la intensidad y la pasión que solo un amor verdadero puede inspirar.