ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Un día, en medio de una profunda desesperación, el protagonista de la canción se sintió tan mal que decidió que era momento de acabar con todo. La idea de suicidarse rondaba en su mente mientras esperaba en el metro, listo para lanzarse a las vías. Sin embargo, la música y la presencia de un amigo que tocaba rock lograron cambiar su perspectiva.
En un arranque de rebeldía, decidió acelerar su coche a toda velocidad, sintiéndose como un kamikaze en busca de emociones extremas. Pero su vehículo comenzó a fallar, recordándole la existencia de un concierto al que quería asistir.
De regreso a casa, se dio cuenta de que la verdadera solución a sus problemas no estaba en la autodestrucción, sino en la simple tranquilidad de ver la televisión. Pese a la tentación, finalmente desistió de pensar en el suicidio, comprendiendo que no era el camino adecuado para él.
A través de altibajos emocionales y momentos de locura, el narrador de la canción reflexiona sobre la importancia de encontrar la calma y la alegría en pequeñas cosas cotidianas, renunciando a la idea de autodestrucción. Así, a pesar de haber estado al borde de la muerte, logra ver la vida desde una nueva perspectiva, agradeciendo la posibilidad de seguir adelante.