ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Bajo la lluvia, aguardaré con la ventana empañada que oculta tu figura. Te imagino, pero tu silueta se escapa de mis manos, escapando sin ser atrapada, incluso cuando intento alcanzarla con todas mis fuerzas.
Recordando la sensación de tener 15 años otra vez, el dolor de amar sin ser correspondido se hace presente. Tu no eres la más hermosa del mundo, eres mi hermosa. Sin ti, ya no tengo claro mi camino.
Nuestros nombres en un candado, colgados de un puente que se derrumbó. Los nombres tallados en un árbol, cortado sin piedad. Una simple foto en redes sociales enredó nuestra historia. Lo que compartíamos parecía un cuento, pero los cuentos tienen un final y ya no creo en el amor.
Contigo aprendí la diferencia entre tener un encuentro físico y hacer el amor. Quiero disfrutarte intensamente, pero el sabor ha cambiado. Nuestros momentos en la parte trasera de un coche, hasta que los asientos cedieron. Y ahora, mi corazón roto te pide que me lo devuelvas.
Frío, frío, frío como el hielo que ahora ocupa mi corazón. Ya no es mío y ya no late por ti. Igual de frío que el agua de un río, lo que vivimos ya es pasado.
Busco relajarme con índica o sativa, porque tu presencia me altera. Tu actitud indiferente me hiela como el frío de la nevera. Me esfuerzo por olvidarte, pero no lo consigo.
Desde que te fuiste, el sol ya no brilla en mi cielo. Una sensación de melancolía y desencanto me invade, mientras busco sin rumbo por el barrio. Mi alma llora, anhelando un reencuentro que parece imposible.
Jugamos con fuego, arriesgando a quemarnos, pero ahora nos ignoramos como si nunca hubiéramos cruzado caminos.
Frío, frío, frío... el corazón ya no late por ti. Como el agua que fluye en el río, nuestro pasado se desvanece en la distancia.