ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En una noche de bar, resonaron disparos de pistola. Patty Valentine entra desde el piso de arriba y ve al camarero en un charco de sangre. Exclama horrorizada que los mataron a todos. Así comienza la historia del Huracán, el hombre al que las autoridades culparon por algo que nunca hizo. Lo encierran en una celda, pero en un tiempo pudo haber sido el campeón del mundo.
Patty ve tres cuerpos en el suelo y a otro hombre llamado Bello moviéndose misteriosamente. Él jura que no lo hizo, solo estaba robando la caja registradora. Patty llama a la policía y llegan con luces rojas destellantes en la calurosa noche de Nueva Jersey.
Mientras tanto, en otra parte de la ciudad, Rubin Carter y unos amigos conducen. Era el contendiente número uno para el título de peso medio, sin saber lo que le esperaba. Un policía lo detiene al costado de la carretera. Si eres negro, es mejor no aparecer en la calle si no quieres problemas.
Alfred Bello tenía un cómplice, Arthur Dexter Bradley. Vieron a dos hombres huir en un auto blanco con placas de otro estado. Patty asiente mientras el policía descubre que uno de los hombres aún está vivo. Lo llevan a la enfermería para que identifique a los culpables.
A las cuatro de la mañana, arrestan a Rubin y lo llevan al hospital. El herido le dice que él no es el hombre. Cuatro meses después, los disturbios estallan en los guetos y Rubin lucha por limpiar su nombre en América del Sur, mientras Bradley sigue en el mundo del robo y la policía lo presiona.
Rubin es llevado a juicio injustamente. Las cartas estaban marcadas desde el principio. El juez convierte a los testigos de Rubin en borrachos y delincuentes, y para los blancos era un revolucionario, para los negros, simplemente una mala persona. A pesar de no encontrar el arma, lo declaran culpable por unanimidad.
Rubin Carter fue falsamente acusado. Bello y Bradley mintieron descaradamente. Los periódicos se unen a la injusticia. ¿Cómo puede depender la vida de un hombre de las manos de un necio? Verlo claramente enmarcado me avergüenza de vivir en un país donde la justicia es un juego.
Mientras los criminales disfrutan de martinis y amaneceres, Rubin sufre en una celda de diez pies. Una historia de lucha por limpiar su nombre, de devolverle el tiempo perdido. Un hombre inocente en un infierno terrenal, el potencial campeón del mundo en una celda.
