High Sierra

ANÁLISIS | SIGNIFICADO

En medio de la mala racha que atravesaba, decidí abandonar la gran ciudad con todos sus problemas y me aventuré hacia el norte buscando un lugar donde el aire se sintiera limpio. Fue entonces cuando descubrí un pequeño café en la primavera temprana, donde al entrar resonaba el tintineo de una campana sobre la puerta.

Ella estaba allí, en las altas Sierras, con una flor en su larga cabellera negra. Había estado tan bajo, tan desafortunado... Pero en ese lugar, todo cambió. Risas, vino y noches cálidas llenaron aquel pequeño motel, y por un instante parecía que podía quedarme allí el resto de mi vida.

Encontré trabajo en la gasolinera, mientras ella laboraba en la cafetería. Al anochecer, ella preparaba la mesa mientras yo me quitaba la suciedad y el sudor. Aquella era la felicidad en su máxima expresión, éramos felices en las altas Sierras, increíblemente felices. Y ella logró levantarme de mi desdicha.

Pero un día, un hombre del pasado apareció en el pueblo, recordándome algo que había hecho tiempo atrás. Le dije que había cambiado, pero él respondió: 'Debemos lo que debemos'. Esa noche, abordé el tren de regreso a la gran ciudad, prometiéndole que volvería pronto. Era un asunto pendiente que debía atender.

El día olió a cenizas, el cielo estaba implacablemente azul. Lo único que recuerdo fue mi camisa empapada de sangre. Mientras tanto, ella seguía con sus quehaceres en el motel, esperando mi regreso cada vez que sonaba la campana.

Fuimos felices allí, en las altas Sierras, tan felices. A pesar de mi mala racha, ella me levantó. Pero el destino quiso otra cosa, y mientras las estaciones pasaban y la nieve del invierno se derretía en la primavera, ella seguía allí, esperando en la cafetería cada vez que sonaba la campana.

Aquella era nuestra felicidad en las altas Sierras, un recuerdo imborrable de tiempos mejores. A pesar de haber estado tan bajo, ella siempre supo levantarme.