ANÁLISIS | SIGNIFICADO
De Jalisco llegó a Culiacán con dinero en el palenque para apostar. Era alta y blanca, una verdadera chulada con los ojos más lindos de Tapatíos que desataban suspiros al alentar. La belleza de princesa que derretía corazones.
El dinero se hizo para gastar y la suerte para jugar con el destino. Apostó 100 mil verdes por una dama, no cualquiera se aventura así, pero en Sinaloa el dinero se cosecha en kilos.
Armandito estaba tomando y por fortuna ganando en los gallos. Quién era esa mujer, preguntaba, cuánto apostaría por su gallo. 100 mil verdes por las cocas, respondió sonriente Ramiro.
Las navajas se preparan, el dinero está en juego. Son 200 verdes, Armandito confía en su gallo. 'La Princesa' coqueta le echa un suspiro al colorado.
La emoción crece alrededor del anillo, las navajas marcan la decisión. Dos minutos de intensa batalla, en el viento la victoria del gallo. Sin remedio, el colorado clava su pico en el suelo.
Armando invita a la fiesta, mostrando que no hay ofensa en el juego. Con tragos y botellas, las caricias se vuelven amenas. Abrazados y empiernados, los rivales terminan la fiesta en buenos términos.
Pero la sorpresa llega por la mañana, 'La Princesa' ya no está. Ni un Mercedes, ni tres Rolex, ni los 200 ganados. “La Princesa” demostró su valentía, apostando 100 mil al colorado. La vida sigue en el mundo de las apuestas, donde el amor y el dinero siempre están en juego.