ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En esta hermosa canción de Enrique Iglesias junto a Maria Becerra, nos sumergimos en la complejidad de la vida y del amor. Se compara la vida con un juego de póker en el que a veces hay que apostar todo, haciendo referencia a las altas y bajas de una relación amorosa. A pesar de las diferencias y pruebas que enfrentemos, el amor sigue presente en distintas formas.
La letra nos invita a no preocuparnos por lo que los demás puedan decir de nosotros, destacando la fortaleza del vínculo que se comparte. Se exalta la idea de seguir adelante a pesar de las críticas, demostrando que el corazón sigue siendo fiel a esa persona especial. La canción refleja la intensidad de las emociones, con metáforas como 'sal y limón en la herida' y la búsqueda constante de la felicidad, representada por la 'fruta prohibida'.
En todo momento, se destaca la importancia de vivir el presente y disfrutar de lo auténtico, como los besos y gestos de cariño que nos brindan dicha. La promesa de darlo todo por el ser amado se hace evidente, al igual que la resistencia ante las adversidades que puedan surgir en el camino. En definitiva, la canción nos invita a valorar la conexión única que se comparte con esa persona especial, sin importar las opiniones ajenas. Es un recordatorio de que el amor verdadero supera cualquier obstáculo y perdura a pesar de todo.
