ANÁLISIS | SIGNIFICADO
El cielo arde en nuestros ojos, reflejando un momento de inmovilidad mientras la sangre, cual vino sagrado, tiñe nuestras manos en un sacrificio simbólico. En medio de esta intensidad, la invitación resuena: 'Ven, muestra tu amor al arrancar las alas de una mariposa, como ofrenda para el alma amada'.
Avanzamos con clemencia infinita por un camino incierto, bordeando un infierno cristalizado en nuestras miradas, donde incluso los dioses se postran ante nuestra transgresión. La petición se repite, en un eco de clemencia y pasión: 'Ven, permite que sientan tu amor al arrancar las alas de una mariposa, como don para el alma querida'.
En un ir y venir de emociones turbulentas, la exhortación persiste, esta vez con un tono de súplica: 'No te dejaré partir, arranco las alas de una mariposa por tu bien, por tu alma'. Así, el ritual se repite, una y otra vez, en la eterna danza de amor y sacrificio.
