ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En 'Es como el día', Kevin Johansen nos transporta a la belleza y la armonía de un día soleado, donde todo parece fluir en perfecta sincronía alrededor del sol. La metáfora de una 'bolsa de belleza americana' nos invita a apreciar la dulzura de lo cotidiano, lo suburbano y lo inesperado.
La incertidumbre del día se asemeja a la vida misma, nunca sabemos con certeza qué nos deparará: si brillará el sol o caerá la lluvia. Sin embargo, al abrir los ojos, todo se ilumina y se arregla con una sonrisa, emanando luz hasta lo más lejano.
En un giro inesperado, Miranda Johansen nos advierte sobre la llegada de la tormenta, un temporal que nace del vientre del día y trae consigo desastres naturales de proporciones épicas. A pesar de esto, lo ideal y lo irreal se entrelazan en un baile entre plegarías y besos, reafirmando el amor hacia lo impredecible y lo maravilloso de la existencia.
Así, esta canción nos invita a celebrar la dualidad del día, con sus momentos de luz y oscuridad, de calma y tormenta, recordándonos que en cada instante, entre lo real y lo imaginario, lo ideal y lo surreal, existe un espacio para la belleza, la incertidumbre y el amor.