Interterror

Biografía de Interterror

Ignorados en casi todos los trabajos literarios sobre el rock estatal de los años ochenta, Interterror fueron sin embargo uno de los grupos más significativos e interesantes del panorama musical valenciano de aquella década.

Durante los primeros años del decenio, junto a los primeros esbozos musicales de los posteriormente célebres Seguridad Social y otras bandas menos afortunadas como Ceremonia, Los Scooters, La Resistencia, Garage, Los Auténticos o Esgrima, Interterror conformó la avanzadilla guitarrera del levante español, aunque, inicialmente con una actitud musical bastante más próxima al punk-rock que la del resto, incluyendo a los aún primerizos SS. Y es que en la Valencia de aquella época sólo parecían tener futuro los grupos con o sin chica, pero con sintetizadores al frente. Y algo así ocurrió, aunque, con los años los SS de Casañ le dieran la vuelta a la tortilla a base de geniales descargas sonoras.

Interterror se formó en 1980 por mor de un adolescente llamado Willy (voz) y otros jóvenes admiradores del punk británico, aunque no se constituiría totalmente hasta noviembre de 1981, ya que comenzaron sin bateria. En aquella época su line up se completaba con Víctor (batería), Paco (bajo) y Miguel (guitarra). Destacaron pronto por su contundencia sonora y sus letras divertidas, aunque sus parámetros musicales evolucionaron poco después hacia la práctica de un rock más acelerado y limpio que se decantaba por la denuncia social y el antibelicismo.

Cuando grabaron su primer single en 1983 las edades de sus componentes se situaba entre los 17 y los 18 años. Aquel trabajo discográfico lo publicó el sello independiente RS Editora -también encargado de sacar a la luz las maravillosas piezas pop de Los Auténticos, grupo de Castellón- y contenía los temas “Adiós Lili Marleen” y “Felices días en Auschtwitz”. El vinilo agotó rápidamente su única tirada de 1.500 copias y tuvo una acogida comercial (grandes superficies incluidas) que superó las previsiones más optimistas. Paradójicamente, aquel sencillo jamás fue reeditado para alborozo de los coleccionistas más avispados, ya que el vinilo alcanzó precios increíbles para la época, ya que su ‘cotización’ sólo era superada por las 5.000 pesetas que por entonces se ofrecían en el Rastro madrileño por el primer single de Los Pegamoides.

En 1984, Paco (al que parece ser que sus compañeros llamaban ‘el enano infiltrado’) decidió abandonar el grupo por diferencias con el cantante, formando una nueva banda de punk de claro ideario comprometido: La Resistencia. Su marcha fue un duro golpe, ya que el bajista era el autor de los temas plastificados y de la mayoría del repertorio, aunque el provisional trío encontró pronto un sustituto de lujo para ocuparse del bajo: Guillermo, un guitarrista de la localidad barcelonesa de L´Hospitalet y que había formado parte de los célebres Sprays, un trío de power pop en la onda mod nuevaolera que grabó un magnífico single para Flor y Nata en 1982.

La nueva formación pegó bien en directo y nuevos temas como “La Ley” empezaron a cobrar importancia en el grupo, cada vez más alejado del punk y más próximo al pop duro, aunque todo el mundo les seguía conociendo como “la banda del Lily Marleen”, una denominación que años después les quitaría de encima el grupo Olé-Olé.

A principios de 1985 se editó un nuevo disco, un mini elepé en el que el tema estrella volvía a ser la vieja melodía alemana popularizada por Lale Andersen en los años 30. Pero en aquel trabajo había algo que no cuadraba del todo; el ‘nuevo’ vinilo resultó ser una selección de temas de un fallido e inédito álbum que la banda valenciana había registrado en estudio más de un año antes, y en el que Paco se encargaba aún del bajo. A pesar de todo, la jugada les salió bien, y el disco se difundió con fruición por todas las emisoras estatales, envolviendo al cuarteto en una espiral de éxito que desgraciadamente duró sólo unos meses.

Después llegó la indiferencia de la industria discográfica, más tarde el hastío de sus componentes y, finalmente, el frío olvido del público que supuestamente les había consagrado como banda de culto. Su rastro se pierde mediada la década, aunque con el talento que poseían probablemente siguieron realizando buenos proyectos musicales. Sería un placer escucharlos.

Fuente: lmdc_89 a través de Musica.com

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