Biografía de

Amy, La niña de la mochila azul
La historia de una niña traviesa y soñadora que cambió el destino
de un pueblo
A su paso, los huracanes destrozan ciudades enteras. La furia de
sus vientos es capaz de levantar casas enteras y hacerlas volar
como si fueran avioncitos de papel. Pero tan impresionante como
su furia es la calma y el silencio que queda después de un
huracán. Al final, todo pareciera quedar inmóvil y el tiempo
pareciera detenerse. Fue en medio de esta extraña calma, que el
capitán Matías y su esposa Perla encontraron a una preciosa
bebita flotando en medio del mar. Aunque Perla y Matías eran una
pareja feliz, aquella bebita agregó un nuevo sentido a sus vidas,
así que la bautizaron con el nombre de Amy.Los tres hacían la familia perfecta; sin embargo, un buen día,
estando en alta-mar abordo de uno de los más grandes y
majestuosos barcos de Matías, los tres fueron sorprendidos por
una terrible tormenta. Perla resbaló de cubierta y cayó al mar; al
darse cuenta que moriría, le pidió a Matías que siempre cuidara
de su bebita. Así fue como Amy y Matías quedaron
completamente solos. Desde entonces, Matías jamás volvió a ser
el mismo, aquel gran pescador, el más valiente de “Puerto
Esperanza” le tomó un tremendo temor al mar; un miedo tan
terrible que jamás volvió a salir de pesca. Poco a poco, Matías lo
fue perdiendo todo y ahora apenas si tiene dinero para comer,
para pagar la colegiatura de Amy y las cuotas del muelle; por eso,
Claudio, el terrible y ambicioso líder de los pescadores, le quiere
quitar lo único que le queda: el viejo ‘’Bucanero’’.“El Bucanero” es un destartalado barco camaronero que desde
aquel accidente está anclado al muelle de pescadores y que a
los ojos de muchos no es más que un montón de fierros
flotantes. Sin embargo, por increíble que parezca, allí muy a su
manera han aprendido a ser felices Amy y el capitán Matías.

Con el tiempo, Amy se ha convertido en una hermosa niña de
ocho años que quiere ser Capitán como su padre. Para poder
ayudar a Matías, Amy saca conchas del mar, con las que hace
collares que luego vende en las calles del pueblo. Quienes no la
conocen, pueden confundirse y pensar que Amy es un niño, pues
es traviesa, atrevida y se viste como marinerito. Algunas personas
se compadecen de ella, pero otras la señalan porque no tiene
una familia común y no vive en una casa “normal”. Para Amy, lo
único importante es que ella y su papá se adoran.

Lo que Amy ignora es que su verdadero padre es Octavio
Betancourt, un noble millonario que ha llegado al puerto con la
esperanza de encontrar a su hijo perdido. Octavio está enfermo
de cáncer y tiene los días contados, razón por la que le urge
encontrar al hijo que perdió hace nueve años tras aquel huracán,
y así poderle heredar toda su fortuna. En su desesperación,
Octavio se disfraza de payaso con la esperanza de encontrar lo
que él cree es un hijo barón y así conoce a Amy y se vuelve su
amigo entrañable sin imaginar que en realidad se trata de su hija.

Amy tiene una pandilla que se llama “Los Cazadores de tesoros”.
Todas las tardes hacen una fogata para escuchar los relatos
fantásticos de Matías. Así, se enteran que en un lugar llamado “La
Cueva de los espíritus”, está enterrado un fabuloso tesoro maya
al que nadie ha podido llegar. La leyenda cuenta que sólo un
noble de corazón y espíritu, montado en corcel de hierro, podrá
llegar hasta el tesoro. Ese noble de corazón es Raúl, un niño que
llega de la Capital conduciendo una vieja camioneta que se ha
quedado sin gasolina. Desde que lo conoce, Amy encuentra en
Raúl un alma gemela ansiosa de aventuras. Ahí nace una
relación amorosa inocente y mágica.

No muy lejos del puerto, sobre una pequeña isla que está en
medio del mar, se levanta imponente un lúgubre castillo mejor
conocido como el Orfanato San Felipe. Allí vive una mala mujer, la
temible Prefecta Carlota. Ella es perversa y nunca ha querido a
los huerfanitos, sólo los utiliza como pretexto para sacarle dinero
a la gente caritativa y así poder conseguir sus negros propósitos:
“tener la colección de joyas más grande del mundo”. Para evitar
ser descubierta, Carlota se ha encargado de que los niños del
orfanato vivan bajo el temor de sus castigos. Pero Carlota tiene
un problema: para seguir recibiendo donativos, tiene que seguir
reclutando niños. Es por eso que tiene puesta su mirada sobre
Amy, la niña cuyo padre tiene problemas económicos y cuya
paternidad está en duda.

Gracias a un mensaje que los huérfanos de San Felipe envían en
una botella de cristal, Amy se entera de las intenciones de Carlota
y desde ese momento, la posibilidad de ser separada de su
padre se convierte en su más grande temor. Para agravar la
situación, Amy sabe que en San Felipe a los niños que no
cumplen con el rigor de la disciplina los encierran en una torre y
los dejan sin comer. Minerva, quien ahora es cómplice de Carlota,
de niña también fue su víctima. Carlota le robó su infancia. Desde
entonces, Minerva es una mujer amargada y su infancia se ha
convertido en una niña fantasma que llora encerrada en la torre
más alta del Castillo esperando el día en que algún valiente la
pueda rescatar. Ese corazón valiente es Amy, quien al llegar a
San Felipe, descubrirá que su misión es luchar contra la maldad
de Carlota, y así rescatar a los huérfanos y a la propia Minerva;
pero Amy no está sola: tiene a Raúl, a su pandilla y a su amiga
Coral, una hermosa Sirena que la guiará a lo largo de toda la
historia, hacia los “cinco caminos de luz”. Cada uno de los cuales
conduce a un universo mágico en el que Amy encontrará el tesoro
más grande del mundo.

Esta es la historia de una niña que lucha por reconstruir la familia
que la naturaleza le arrancó. Basada en el argumento original de
la película “La niña de la mochila Azul”.

Fuente: daphne1234 a través de Musica.com

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