Carl Orff

Biografía de Carl Orff

Estudió música en la Akademie der Tonkunst (alemán, academia de las artes acústicos), su ciudad natal, y composición desde 1920 dirigió algunos teatros y en 1924 fundó junto a la bailarina Dorothea Günther una academia para enseñar música y baile a niños. Desde los comienzos dedicó su investigación acerca de la naturaleza del sonido y del ritmo, así como de las relaciones entre música y movimientos corporales. Resultado de estos estudios fueron sus teorías sobre la enseñanza de la música, que expuso en una obra titulada Schulwerk (Trabajo escolar), en la que se concede especial importancia a la educación musical de los niños.

Obra:
Orff es sobre todo conocido por Carmina Burana, obra que se estrenó en Franfort del Meno en 1938. Se trata de una cantata escénica basada en los goliardos del siglo XIII. Es la primera de Trionfi, una trilogía que también incluía Catulli Carmina (1943) y Trionfo di Afrodita, que reflejaba su interés por la poesía alemana medieval y por la lírica grecolatina, ya que la letra de los Catulli Carmina es obra de Cayo Valerio Catulo (el prólogo y el epílogo sí son creación de Orff) y Trionfo di Afrodita es una selección de textos de Catulo, Safo y Eurípides.

A pesar de la "modernidad" que hay en algunas de sus técnicas de composición, Orff es capaz de capturar, en la trilogía, el espíritu de la Edad Media con ritmos contundentes, pegadizos y armonías elementales. Los poemas medievales, escritos en una antigua forma de alemán y en latín, eran frecuentemente de carácter lúdico, a veces picantes pero sin ser nunca obscenos.

En los círculos pedagógicos es recordado por su Schulwerk ('Trabajo escolar' en alemán), compuesto entre 1930 y 1935, traducido como Música para niños. Su simple instrumentación permitía incluso a niños sin formación musical ejecutar la pieza con facilidad. La mayor parte de su vida Orff trabajó con niños, utilizando la música como herramienta educacional. Tanto la melodía como el ritmo generalmente están determinados por las palabras en alemán. Años después fueron traducidas por Guillermo Graetzer, que las adaptó al español. Su estilo ha sido repetido por los numerosos músicos que siguieron con él master-class. Citaremos por ejemplo al compositor neozelandés Edwin Carr (1926-2003).

Orff era reacio a llamar a sus obras simplemente óperas. Por ejemplo, consideraba Der Mond («La Luna») (1939) como una märchen-oper: una 'ópera de cuento de hadas'. Die Kluge («La intelectual»), de 1943, pertenecería a la misma categoría. En ambas se encuentra el mismo sonido medieval, sin copiar, en efecto, los giros musicales del período. Las melodías, los ritmos y, con ellos, el texto, son tan memorables que pueden ser recordados años después de haber sido escuchados, lo cual es una prueba de una singular e impecable unión de palabras y música.

Del mismo modo en años distintos compone un tríptico, Ludus de Nato Infante Mirificus, Comoedia de Christti Resurrectione y Astutuli, las dos primeras manejadas por un diálogo recto tanto como cantado, es fascinante estas dos composiciones por los efectos manejado en el WetterZauber (Encanto del tiempo) en la parte de las Brujas, y Prooemium el comienzo de la obra manejada por un coro excepcional y una rica armonía y la resurrección (Christ ist Erstanden), Astutuli es una obra hablada o cantada por el mismo Orff, donde el manjo de la voz es lo que lo hace fascinante.

Después de finalizar la II Guerra Mundial, Carl Orff tuvo problemas para conseguir trabajo debido, principalmente, a su controvertido nexo con el nazismo.

De su ópera Antígona (1949) Orff dijo específicamente que no era una ópera, sino una vertonung, una "composición musical" de la antigua tragedia. El texto es una excelente traducción alemana de Friedrich Hölderlin de la obra de Sófocles. La orquestación, particularmente en el área de la percusión, es más que formidable. Hay quién lo ha llamado estilo minimalista, lo cual es correcto en términos de línea melódica, pero acierta el contenido emocional de la obra original con facilidad.

Del mismo modo compone Oedipus der Tyrann («Edipo Rey» o «Edipo El Tirano») 1959, una composición rica en percusiones, y melodía trágica muy arraigada a la obra de Sófocles. El estreno tuvo lugar en Múnich con la Orquesta Sinfónica y Coro de la Radio Difusión de Baviera, bajo la dirección de Rafael Kubelík, todo basado en un conjunto de diálogo recto y cantado.

Una composición de la tragedia de Esquilo es Prometheus, con una forma de composición que reunía las cualidades del todos los anteriores trabajos, la única diferencia es cantada en griego Antiguo.

Su último trabajo, De Temporum Fine Comoedia ('Una obra del fin del tiempo') contiene tres partes singulares de este trabajo. Las Sibilas que leen el Oráculo Délfico -aquí hace constar desde la antigua Grecia el fin del mundo-. La segunda parte son los Anacoretas, una especie de monjes consagrados a escribir los designios de Dios, y que presentían el fin del mundo de una manera trágica hacia los seres humanos desde el punto de vista apocalíptico. La tercera parte es "Dies Illa" (Será un Día) en donde el momento del tormento o Juicio Final ha llegado a la Tierra. Época medieval, entre horror, temor, angustia; el miedo que invade a los hombres resurge de las tinieblas Satanás y al encuentro con Dios pide perdón "Pater Peccavi", entre un mundo desolado sólo se oye un sonido de cuerdas muy raro en las composiciones del maestro Orff, donde el mundo queda destruido. Acaso un misterio.

La obra se estrenó en el Festival de música de Salzburgo el 20 de agosto de 1973, dirigida por Herbert von Karajan e interpretada por la Orquesta y coro sinfónicos de la Radio de Colonia. En este trabajo muy personal, Orff presentó un "misterio" (obra medieval) en el que resumía su punto de vista del fin del tiempo, cantado en griego, alemán y latín.

Fuente: stfhanie a través de Musica.com

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