BLACKARD

Biografía de BLACKARD

BLACKARD es un proyecto musical fundado por Kevin y Sebastián hace unos buenos años, Quintero, Kokkinakis y yo somos integrantes recientes de esta banda que oscila entre inclinaciones al death y al thrash metal.

Los integrantes de BLACKARD han adoptado una categorización con los naipes tradicionales, representando cada uno un ícono en el contexto de estos. Diamond, que fue implantado en la baraja de naipes en honor a Carlomagno, Heart en honor al Rey David, Spade en honor a Alejandro Magno, Club en honor a Julio César y The Joker como representante de la cultura americana, son los cinco íconos que tomamos como metáfora y como concepción de una realidad común desde nuestra interpretación individual llevada también a una conjunta. Los naipes y sus iconos datan de fechas que anteceden la sociedad contemporánea y hacen parte de la historia y la consolidación progresiva de esta. Estos iconos han de inmiscuirse en contextos sociales básicos y complejos a medida que su edad aumentaba, desde quien los tomaba como juego hasta quien los tomó como su vida y llegó a perder esta última por ellos; desde las apuestas caseras en los domingos de la época contemporánea hasta las partidas monárquicas de las que nació su importancia y sus íconos más relevantes.

Cada miembro maneja un comportamiento y una ideología generalmente acorde a sus creencias de lo que significa cada ícono con su respectivo origen, contexto, evolución, analogía metafórica y personificada y su efecto social en la historia. El acto de definir estas estas actitudes viene desde su formación, errónea; no es definible una postura con respecto a un ícono cuando se interioriza de tal manera y se transforma en idea a partir de una abstracción de la realidad.

Una de las formas más simples de definir a BLACKARD en español es carta negra. Se puede interpretar de muchas formas; como un as bajo la manga, como la carta que te condenará a perder o como aquella carta escondida, que te condena y que condena al resto de jugadores, a ti por hacer trampa y a los otros porque no podrán evitar caer ante ella pues no pueden predecirla.

Nosotros estamos en el papel de aquellos de los que nadie esperaría amenaza pero que saben hacer sus cosas por debajo, por encima y por fuera de la mesa, somos la carta negra ante el poder insensato de la ley y los monopolios tanto políticos como empresariales, los cuales en si van de la mano; nosotros y todos los que deseen seguirnos, somos la carta negra que nadie espera, que puede hacer tanto como ninguno cree y que sino está destinada a dar una victoria, si, a propinar una derrota, somos la jugada de las sombras, a la que no le temen, porque ni la conocen, ni saben usarla; incluso nosotros estamos aprendiendo a controlarnos parcialmente, pues probablemente jamás seamos capaz de hacerlo enteramente.

Somos cinco locos que no reúnen un ejército, pues no están de acuerdo con ellos, porque eso sería imitar el hacer de los poderes que les deseamos acabar su mando. Les deseamos derribar porque las reglas manejadas por mentes controladoras y dominantes restringen también, según nosotros, la libertad de pensamiento y de acción, además de llevarnos poco a poco hacía lo que son sociedades utópicas para algunos, en donde todo es “perfecto”, pero para nosotros la sociedad y las personas perfectas no necesariamente no existen, pero si existen, existen en todas partes, con sus “pros” y sus “contras”, como ecosistemas, como flujos de vida natural, con rabias, odios, apegos y amores. Si la plusvalía existe está en el simple milagro de la vida, en el simple milagro del universo, en el simple milagro de la existencia en sí. pero de la misma manera, lo dicho no significa que le estemos sonriendo a la vida todo el tiempo, los intentos en derrocar sistemas también hacen parte de nuestra perfección. Si me preguntan a mí, nosotros cinco tenemos más “defectos” que “cualidades”, en especial cuando nos juntamos y con ello estamos no solo satisfechos, sino agradecidos; no con un dios, no con una crianza, tan solo con lo que ahora tenemos y deseamos, y con lo que no. Mas también odiamos, repudiamos, lamentamos, insultamos, peleamos y deprimimos en el buen uso agradecido de esta existencia. Nuestro pensamiento como es natural es muy cambiante, pero en este pequeño fragmento del tiempo, esta es nuestra posición ante el mundo, este es nuestro discurso.

Fuente: BLACKARD a través de Musica.com

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