Víctima de su aparición

LETRA

Víctima de su aparición

No todo acorde se ha vendido al mejor postor,
algunos aún los cuidan como ovejas un pastor.
La música es de la Tierra, y la regala a quien la quiera.
No dejemos que sea destruida por quimeras.
No dejemos que se independice de la esfera.

La única manera de escapar
del Dragón furioso 'Sociedad'.
De lo impuesto por Leviatán,
que arremete sin piedad.
Ellos dirán que no...
...a mi me encanta ser la víctima de su aparición.
No hablo de esa maldición.
Hablo de las notas que nacerán de un corazón

Okei... ella desea besar a sus textos...
Okei... ella conoce el contacto directo con un supuesto perfecto
de sentimientos honestos tan suaves, recitando al agudo y al grave.
¿Cuánto vales? Es la misma pregunta y repiten,
un sonido perfecto se manifiesta sin que tengamos que pedirles
demasiado, a las notas, y no son ellas, es el corazón el que provoca
su vuelta a nacer otra vez y volver a correr momentos que viven tranquilos
en un cerebro con fe. Yo sigo siendo un alma tranquila,
si puedo notar, escuchando sus notas, como me mira,
como me pide ser completada por mis párrafos, y lloro
palabras como en la carta de un náufrago.
Comento contigo, testigo, yo si sé besarla,
pongo tal corazón y comparto nuestra situación.

La música se entiende con mi yo interior.
Pintaré el cuadro perfecto desde su habitación,
utilizando pinceles bañados en corazón,
haciéndome del momento dueño y señor.
No voy a decir que no.
Me encanta ser la víctima de su aparición.
Sigo siendo un soñador.
No es una cárcel si a mi me vale de caparazón.

No todo acorde se ha vendido al mejor postor,
algunos aún los cuidan como ovejas un pastor.
La música es de la Tierra, y la regala a quien la quiera.
No dejemos que sea destruida por quimeras.
No dejemos que se independice de la esfera.

Criminales subnormales, intereses personales,
los 40 principales matan con formas brutales.
Con fines comerciales usan actos sexuales,
para conseguir marionetas incondicionales
de famas universales para bestias irreales.

100 años y al cementerio...
¿Cuántos motivos tienes para estar serio?