Las estaciones

LETRA

Las estaciones

Era un verano perfecto en efecto, derrochaba la alegría de aquel año de mil triunfos siendo el centro de atención entre los cientos de personas que observaban el talento, el incremento que le mantenía firme.
Pies en la tierra que se aferran para luego no pudrirse y unirse a la interminable lista de fracasos provocados por el ego disfrazado y que no sirve.
El calibre demostrado en el pasado había ayudado para comportarse humilde y que sigue, dime que sigue. ¿Qué es lo que sigue?
Estaba arriba por encima hasta de sus expectativas, entrevistas, camaradas y salidas. Calificaciones buenas en la escuela donde un día él pensaba que ya no continuaría, vayas sorpresas da la vida.
Encarrerado para convertirse en un profesional y llevar más alegría a su familia, se sentía el guía de una musa que seguido repetía, que le quería. El amor tocaba aquella desolada puerta que por mucho tiempo se mantuvo sola y fría.

Era un otoño alarmante, distante. El mismo tipo preocupado en su destino por la vida, el ser pensante y con hambre de ir delante de cretinos que jugaron sucio mucho tiempo antes. Que interesante el objetivo, sabor agridulce pero al mismo tiempo resulta nocivo, un estallido pues la mujer que él quería había jugado de una forma despiadada con su cariño.
Las estrellas contemplaba y su miraba se apagaba pero en estos casas no se hace nada.
No se hace nada, nada
Jornadas largas trabajando en automático, pesadas las cargas de la noche abrumadora sin sacarse de la mente el rostro simpático, de su musa que lo usa para divertirse un rato, lo más clásico y el más básico de todos los recursos lo utiliza para levantar su orgullo. Se va de casa unas semanas esperando que la soledad lo anime y le de fuerzas para borrar por completo esa mirada aún apagada y los tristes murmullos.
Y los tristes murmullos.

Era un invierno más crudo eso seguro, el mismo tipo más maduro alejado de su entorno pero con esos trastornos te lo juro, se limpió el sudor de la frente pero en su rota mente se notaba ese bochorno que detuvo cualquier señal de progreso junto con el peso del exceso y el sentirse preso del maldito humo. Ante todo se mantuvo encerrado en ese cubo pero dime quien más pudo, pero dime quien más pudo hacerle daño que su propio subconsciente envenenado de aquel odio concentrado en estado puro.
No pasa nada solo semanas largas y la tristeza que se carga la aprisiona y abandona en esa zona para quemarla y esta arda y no tarda en retomar la última vista a ese mar que lo hizo razonar, reflexionar para olvidar la falsedad de esa bastarda.
Maleta al brazo, no tiene más caso seguir el trazo del fracaso, mejor vuelve se disuelve entre sus sueños de progreso, espera eso es paso a paso, llegará la primavera y le dirá adiós al fracaso, y le dirá adiós al fracaso.

Si, llegó la nueva estación y con ella más madurez, más experiencia, la estabilidad mental que siempre debió tener.

Estas fueron las estaciones, historias reales que nos hacen más resistentes.
Bossiferador, Entre Alcantarillas 2014